Asma pediátrico

El asma pediátrico es una condición crónica del sistema respiratorio que afecta a niños. Se caracteriza por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, lo que resulta en episodios recurrentes de dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos. Estos síntomas pueden desencadenarse por factores como alérgenos, infecciones respiratorias y ejercicio físico. El manejo incluye el uso de medicamentos, control de desencadenantes y educación sobre la enfermedad para mejorar la calidad de vida del niño afectado.

Bronquiolitis

La bronquiolitis es una enfermedad respiratoria aguda que afecta principalmente a niños menores de dos años. Se caracteriza por la inflamación de los bronquiolos, que son las vías respiratorias más pequeñas en los pulmones. Esta inflamación puede ser causada comúnmente por el virus sincitial respiratorio (VSR), aunque otros virus respiratorios también pueden estar implicados.

Cólico infantil

El cólico infantil se refiere a episodios de llanto inconsolable y malestar en bebés, generalmente durante las primeras semanas hasta los primeros meses de vida. Los bebés con cólico suelen llorar intensamente, a menudo al final del día, sin que exista una causa aparente, como hambre, pañal sucio o sueño.

Los episodios de cólico suelen durar al menos tres horas al día, tres días a la semana, durante al menos tres semanas. Aunque la causa exacta del cólico no está completamente comprendida, se cree que factores como la inmadurez del sistema digestivo, la sensibilidad a ciertos alimentos, el exceso de gases y factores psicosociales pueden contribuir.

Bebé prematuro

Un bebé prematuro es aquel que nace antes de completar las 37 semanas de gestación. Estos bebés, también conocidos como prematuros o pre-término, pueden tener un desarrollo físico y funcional incompleto debido a que no han tenido el tiempo completo en el útero para crecer y desarrollarse.

Los bebés prematuros pueden presentar desafíos relacionados con su tamaño, peso y desarrollo de órganos. Dependiendo de la cantidad de semanas que hayan transcurrido antes del parto, pueden necesitar cuidados especiales en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) para garantizar un adecuado crecimiento y desarrollo.

El cuidado de los bebés prematuros implica monitoreo constante, control de la temperatura, alimentación especializada y, en algunos casos, asistencia respiratoria. Con los avances en la atención médica neonatal, muchos bebés prematuros pueden alcanzar un desarrollo saludable y llevar vidas plenas a medida que crecen. El pronóstico depende en gran medida de la edad gestacional en la que nacen y de la presencia de posibles complicaciones médicas.

Reflujo gastroesofágico en bebés

El reflujo gastroesofágico en bebés se refiere al retorno del contenido del estómago hacia el esófago, y a veces hasta la boca, debido a la relajación del esfínter esofágico inferior, un músculo que controla el paso entre el esófago y el estómago. Este fenómeno es común en los primeros meses de vida de muchos bebés y suele denominarse reflujo fisiológico.

En bebés con reflujo, es normal observar episodios ocasionales de regurgitación o vómitos después de las comidas. A menudo, no causa malestar significativo y se resuelve por sí solo a medida que el sistema digestivo del bebé madura.

Neumonía

La neumonía es una infección aguda que afecta los pulmones, causada principalmente por bacterias, virus u hongos. Se caracteriza por la inflamación de los sacos de aire en uno o ambos pulmones, lo que puede resultar en síntomas como fiebre, tos, dificultad para respirar y dolor en el pecho.

La enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, pero los niños pequeños, personas mayores y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados son más susceptibles. El diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales, ya que la neumonía puede variar en gravedad, desde casos leves que se pueden tratar de forma ambulatoria hasta formas más severas que requieren hospitalización.

Faringitis

La faringitis es la inflamación de la faringe, la parte posterior de la garganta que incluye las amígdalas. Esta afección puede ser causada por virus (como los responsables del resfriado común o la gripe) o bacterias (especialmente el Streptococcus pyogenes en el caso de la faringitis estreptocócica). Los síntomas comunes incluyen dolor de garganta, dificultad para tragar, enrojecimiento de la garganta y posiblemente fiebre.

La faringitis viral tiende a mejorar por sí sola con descanso y cuidados sintomáticos, como el uso de analgésicos y líquidos tibios. En el caso de la faringitis bacteriana, se puede requerir tratamiento con antibióticos prescritos por un médico.

Es importante diferenciar entre la faringitis viral y bacteriana, ya que la segunda puede tener complicaciones si no se trata adecuadamente. Si se sospecha de faringitis estreptocócica, se recomienda buscar atención médica para un diagnóstico adecuado y, si es necesario, iniciar el tratamiento apropiado.

Dermatitis del pañal

La dermatitis del pañal es una irritación cutánea común que afecta la zona cubierta por el pañal en bebés y niños pequeños. Se caracteriza por enrojecimiento, inflamación y a veces, la presencia de pequeñas protuberancias o lesiones en la piel. Esta irritación ocurre debido a la combinación de la humedad, el calor y la fricción en el área del pañal, creando un ambiente propicio para él.

Fiebre en niños

La fiebre en niños se refiere a un aumento de la temperatura corporal por encima del rango considerado normal. La temperatura normal del cuerpo humano oscila alrededor de los 36.5 a 37.5 grados Celsius (97.7 a 99.5 grados Fahrenheit). La fiebre es una respuesta natural del cuerpo a diversas condiciones, y en la mayoría de los casos, es un síntoma de que el sistema inmunológico está trabajando para combatir una infección o enfermedad.

Infección urinaria en niños

La infección urinaria en niños se refiere a la presencia y multiplicación de microorganismos, principalmente bacterias, en el sistema urinario, que incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Estas infecciones pueden afectar a niños de cualquier edad, desde lactantes hasta adolescentes, aunque son más comunes en las niñas.